CAPITULO II

Amor no te he de ver sanar hasta conseguir mirar tu sonrisa.

Que bella sonrisa, que bellos ojos. Quizá el debía haberse quedado unos minutos mas en el Regarder, podría ser que ella conocía mejor de la ruta que lo llevaría a encontrar aquella “pócima” de la felicidad, se arrepintió de no haber hecho algo para conocerla. Pero no cambió su ruta. Estaba cerca de un lugar, mejor conocido como Depast, bajó del auto y busco un lugar para respirar, para relajarse. Mientras respiraba el aire fresco de aquel pueblo, tomó un cigarrillo y lo prendió, de pronto una mujer joven, que aparentaba ser extranjera, al igual que el, se acercó y con señas le pidió fuego para prender su cigarrillo. El muy nervioso se lo encendió y se quedo mirando a aquella mujer.

-¿No hablas español? Sugirió ella con tono de burla.
-Si hablo español ¿Me preocupa que una mujer tan hermosa, como tú, se me haya acercado solo para poder encender su cigarrillo?
-Quizá fue solo el pretexto para acercarme, ¿cuál es tu nombre?
Él se quedo pensando en la palabra “pretexto”. Acaso ella se había dado cuenta de la soledad con solo verlo. ¿Acaso se podía ver que necesitaba a alguien para sentirse seguro?

-¡Hey! ¿Ahora te he ofendido al preguntarte el nombre?
-No, para nada… solo pensaba, mi nombre es…

Y un relámpago a lo lejos anunciaba una lluvia que ya se iba aproximando.

- Liebe, me llamo Liebe…
- Es raro, nunca había escuchado ese nombre.
Y las calidas gotas de agua comenzaban ya a caer sobre la cabeza de Liebe, nuestro hombre.

- Es mejor que me vaya, la lluvia por estos rumbos es interminable. Dijo la extranjera, con tono de prisa. Tomo su bicicleta y se fue perdiendo tras la brisa.}

- Oye, ¿Cuál es tu nombre? -gritó-... y no recibió respuesta.

Y subió al coche. El toldo de su automóvil comenzaba a tronar por las gotas de lluvia que se hacían cada vez más perturbadoras. Y dio marcha al auto, para continuar el viaje.

¿Acaso el amor te podía dejar sin habla?, ¿el amor podría hacer de las personas la cosa mas estúpida del mundo? La cabeza de Liebe estaba llena de preguntas, no podría existir ninguna excusa para haberla dejado ir, así sin siquiera conocer su nombre, su edad, nada de ella. Pero no era amor. Se sentía peor que al principio de la búsqueda. ¿Habrá sido contagiado por tan temida enfermedad?

No existe razón suficiente para no amar, no es más obscura la noche si no quieres hacerlo, mañana comenzará otro día lleno de oportunidades para volver a comenzar.

Extrañamente Liebe despertó en otro lugar; era otro tiempo, lo que podía recordar era su nombre, su edad; podía mirar su cuerpo y en su cara veía que ya habían pasado algunos días sin bañarse, la barba le cubría la mitad del rostro. Le exacerbaba la idea de no encontrar un lugar para bañarse en poco tiempo, se sentía sucio, cansado, confundido, feliz.

¿Había sido la muchacha de Depast alguna señal para Liebe?. Algo se había removido en su interior, no sabía si eran nauseas, no eran quizá dolores de estomago, nunca antes había sentido eso.

Felicidad, era el estado de ánimo perfecto, el estado de animo que no tenia que ser motivado mas que por una sonrisa y no una droga en especial. Era el momento de caminar sin rumbo sin idea del destino. No había duda de que esta vez si encontraría la cura. Estaba enamorado, enamorado del amor.

---Continuará---
Esccrita por: Ma. Isabel S.L.