El día 19 de septiembre de 2017, vibré... mi escritorio vibró, el edificio donde trabajo también vibró. Creo que no hay palabras que puedan describir lo que uno siente frente a este tipo de fenómenos. Aunque en mi opinión, creo que tampoco puedo describir lo que siento cuando veo publicaciones en redes sociales que sólo son rumores:
Que ya fue suficiente la ayuda aquí... que sólo se están enfocando en la CDMX... que sólo se enfocan en los niños de la escuela... que sólo en las colonias de renombre.
En verdad, si alguien comparte mi opinión, quieren ver a más gente sufriendo? es verdad que piden el apoyo para otras zonas, o sólo dan clic en "compartir" "retwittear" algo que no han visto, no han palpado... quieren saber si rescataron a todos o quieren ver cómo los rescatan, para saciar su morbo, su "disgusto"... "ah, como allá son bonitos, allá si les hacen caso..." "pues claro, como son colonias ricas por eso les ponen toda la atención"
Existen muchas diferencias entre el sismo ocurrido el día 19 de septiembre de 1985 y este... la más importante es la actualización que tienen los medios de comunicación.
Mi experiencia no fue un trauma, estuve en el temblor de 1999 con epicentro en Huajuapan de León, Oax. y ahí si lloré mucho, y tuve miedo.
En esta ocasión no tuve miedo (si me hormigueaban las manos mientras bajaba las escaleras, veía chicas desmayándose y la pasta y pintura de las escaleras comenzaban a desmoronarse mientras todos los del edificio bajaban tras de mi, delante de mi) ya en la calle a salvo me senté en medio del terreno donde se fijó el punto de reunión (dos horas antes de las 13:14 habíamos hecho un simulacro G.A.D.) si me temblaban las manos y veía la cara de los compañeros viendo hacia arriba del edificio. Pensé en mi hija y en mi esposo, en mis papás... en el amor de Dios y en que no existen casualidades.
No fue casualidad que a las 11 A.M. de ese día hicieramos simulacro, ni que mi hija enfermita no fuera a la escuela ese día y que mis papás vinieran hasta mi casa a cuidarla.
Esas son las cosas buenas. Las positivas.
Cuando todo pasó he reflexionado: estamos aquí por algo, estamos aquí para donar, para ayudar, para ser responsables con nuestra familia y amarlos mucho. Para abrazar a los que quieres, para decirles lo mucho que los quieres. Estamos aquí para vivir al 100, no para medio vivir, ni para medio ser felices. Si te gusta viajar, viaja; no sabes si mañana existirá el mundo como existe hoy.
Si te gusta ayudar, ayuda; tu corazón se sentirá más tranquilo al hacerlo.
Si te gusta comunicar, comunica; comunica esperanza, paz, hechos positivos.
Si te gusta comer, come. Come sano, cuida tu cuerpo.
Pensemos positivo, no difundamos rumores, ayudemos... con donaciones, con oraciones. el cambio esta aquí, la crisis está afuera... no en tu cabeza, ni en tu corazón.
Que estos sean nuevos días, con nuevas actitudes y nueva visión del presente y del futuro.
Estamos vivos...
MoOnLiGth
