The majority of the humans on Earth have no idea that words have the power of creation.....Dr. Miguel Ruiz

viernes, agosto 21, 2009

Capítulo III

Sobre la tendencia de amores extraños, amores que matan y amores que te hacen creyente.

La idea sonaba perturbadora, Liebe no sabía si el amor era solo una palabra o un hecho, una medicina o un mal sin cura, solo lamentaba estar enamorado de algo que era escaso en su mundo. Soñaba con encontrar pronto el amor, en volverse el héroe de Rolod, hasta que se dio cuenta de que su sueño sonaba un tanto egoísta.

Un día al acercarse la noche Liebe llegaba a Traum, una ciudad que era hermosa, no solo eran sus calles, eran sus hermosos escaparates en la calle principal, era su orden y su limpieza, los niños corriendo por los parques y las mujeres cuidando pacientes de ellos mientras los padres trabajaban siempre con una sonrisa en su rostro y la misma paciencia para llegar a casa y poder ver a la familia.

En Traum, Liebe busco un lugar para pasar la noche y encontró abierto un hotel que tenía una luz que parecía bajada del cielo, se llamaba el Delussion. Aun no podía estar seguro de que el nombre hiciera juego con todo lo bello que veía en aquella ciudad. Entro y amablemente le dieron una habitación, en el lobby un par de parejas esperaban su turno para entrar al lujoso restaurante del hotel. Todo era perfecto adentro, no había ninguna mancha, ni un rastro de polvo, en cada lugar podía ver su reflejo tal como si todo fuera un gran espejo, piso, ventanas, lámparas con luz de oro. Al llegar a su habitación se sintió tranquilo, seguro. Se recostó un rato sobre la cama y encendió el televisor. No había nada interesante, así que dejo el equipaje y decidió dar un recorrido por las tiendas de sueño que lo esperaban, aún tenía la esperanza de encontrar por ahí el amor.

En la calle le llamó la atención una tienda que presumía vender felicidad, y al entrar él solo vio cosas que en realidad se acercaban a la felicidad porque te sacaban una sonrisa, eran objetos que te hacían reír lo que comúnmente utilizan los magos y los payasos. Sin embargo cuando vio a la persona que atendía dicha tienda vio una tristeza inmensa que invadía sus ojos. Pensó en comprar algo de la tienda y lo primero que vio fue una botella que en su etiqueta decía “dos gotas de este esencial elixir y pronto olvidará las penas que le embargan, por un momento conseguirá sentir la felicidad que por una vez en la vida puede escasear en su mirada, conseguirá sentirse bien”. Liebe lo tomó y lo llevo a la caja, el señor que le atendió sonrió y le advirtió: no se fíe demasiado de lo que pueda leer en estas etiquetas, la verdad es que como yo llevo mucho tiempo trabajando en esta tienda he olvidado lo que en verdad es felicidad y lo que se acerca a ella, estoy confundido, no se que es lo duradero y que es lo que no dura nada. He llegado al punto de desear jamás haber entrado a vender cosas aquí.

Y Liebe tomó la palabra: usted ha vendido las cosas que hacen felices a las personas, ha vendido los objetos que en una fiesta de niños pueden generar la sorpresa, el descubrimiento, ha logrado utilizar la inocencia y el asombro para hacer que los demás pasen ratos alegres. Yo creo que usted se está preocupando más allá, está utilizando ahora la exageración, su negocio no prosperará si lo utiliza solo como un medio de vida, si solo se preocupa por obtener utilidades y sigue olvidando lo que en verdad le motivaba a mantenerlo, su familia, el amor, sus hijos... Y el vendedor se quedó viendo a Liebe fijamente a los ojos y le dijo, había estado perdido en este tiempo, mi familia me dejó y yo me volví adicto al trabajo, conseguí lo que quería, tengo el mejor auto, la mejor casa, pero me siento vacío, extraño a mi mujer y a mis hijos. Y con lágrimas en los ojos dijo, voy a ir a buscarlos, el destino me dice que debo hacerlo y después de cobrarle a Liebe el raro elixir, cerró la tienda y corrió como loco por la calle.

Amor no te puedo sentir, pero tu olor me hace recordarte, me siento en el cielo y a estas alturas creo que en realidad ya he muerto.
Liebe regreso al Delussion, y al pedir la llave de su habitación se encontró con la dama de la bicicleta en el lobby, no sabía si acercarsele o mejor hacerse el desentendido. Como si nunca hubiera pasado. Pero también pensó que podía ser una señal y tenía que hacerle caso a todas sus señales por que en este punto del viaje cualquier recurso era necesario para encontrar el amor.
Sin miedo tomó valor de lo más profundo de su ser y se le acercó diciéndole:
- ¿te acuerdas de mi?
Ella se asustó por la presencia y por la forma inesperada en la que Liebe le habló. Lo vio y sonrió.
- ¡Así he de tener la conciencia! Claro que me acuerdo de ti, eres el del nombre chistoso. Era... era... Liebe.
- Así es, soy Liebe, y dime ¿qué haces por aquí?
Ella movío los ojos, como quién quiere decir todo y no dice nada.
- Pues estoy en un viaje largo. Sólo somos yo y mi bicicleta. En verdad es una promesa que me hice a mi misma y trato de cumplirla al pie de la letra.
Liebe la miró confundido y le preguntó:
- Se puede saber ¿que tipo de promesa?...
- Claro, prometí no estar cerca de las personas a las que quiero, para no hacerles daño, quise viajar por todo el mundo y encontrarme a mi misma en mi soledad...
Liebe la interrumpió:
- ¿Cómo puedes hacerle daño a las personas que quieres? Eso para mi suena un tanto imposible.
- Jajaja... no, no es imposible, hay una barrera tan frágil entre el cariño que le tienes a alguien y la capacidad que tienes para hacer de tu vida lo que quieras, que muchas veces las personas se forman conceptos erróneos de ti, esperan que tu actues de una manera y si no lo haces ellas se sienten decepcionadas y son lastimadas sin querer... y ¿tú qué haces sólo en Traum?
- Ehmm, pues estoy buscando algo...
- Algo así ¿cómo un tesoro escondido?, o algo así ¿cómo la Atlántida u otro tipo de ciudad perdida?, o un algo así ¿cómo una persona, un empleo?
Eran demasiadas preguntas y Liebe se comenzaba a confundir, él no sabía si la gente iba a entender de que se trataba la búsqueda, comenzó a preocuparse y a creer que estaba loco, era miedo, creo que comenzó a sentir miedo.
No hay peor final que el que tiene aquel ser que murió sin amar, no hay mejor principio que el que tuvo aquel que amó aunque sea una vez en su vida.
---Continuará---
Escrita por: Ma. Isabel S.L.

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