Anoche decidí dormir y me puse de almohada tu recuerdo, cuando comenzaba la lluvia usé tu voz como paraguas, y cuando tuve frío por la soledad usé tu presencia para darme calor y entonces descubrí que me enamoré del príncipe de Marte, de alguien que no es de este planeta, pero que se ha llevado mi verano. No se donde dejé la coherencia, pero recuerdo que volé a la luna usando tu latido como combustible, y el perfume de tu cuerpo como potencia de esta nave que me lleva a pensar en ti. Y desde que te tengo paso 24 horas y 7 días para pensarte y para prohibirme dejar de hacerlo, no entiendo por que la sensatez la deje de lado cuando te conocí.
Me volví loca. Me hiciste tuya y me transformaste en un tobogán, una versión rara del "Helter Skelter" y me pusiste música, hiciste una canción rara y me la pusiste de nombre. Tuve sueños psicodélicos de colores y conversaciones poéticas, hasta mis sueños te metiste y te convertiste en un hombre de carne al que degustaba todas las noches, con sus días, con mis uñas y mis dientes, mis sollozos, mis gritos y mis ilusiones. Y por entre las sombras comencé a viajar, para colarme entre tus sábanas, para quedarme entre tus brazos, en tu cabello chino y tu sonrisa. Me tomaste fotos con tus besos y sigo aquí.
Soy dueña del príncipe de Marte, el que tiene escondido en sus pertenencias mi verano, pero pronto llegará con el otoño y haremos juntos muchos inviernos entre las olas de los mares quietos e inalcanzables, me volverás a tener contigo y caminaremos juntos por la playa de Tel Aviv. Vendrás con la calma de un roble, y la paciencia del viento, que recorre mi cabello y me hace tener miedo.
Pero lejos de todo esto, descubrí que amo a mi príncipe, que lo dejo ir cuando se quiera ir, pero no por eso dejaré de pensar en el ni dejaré de amarlo... he anclado mi nave entre sus costillas y no tengo ganas de moverme, no mientras su mar tenga latidos de calma y su viento deje crecer más de mi semilla en su corazón....
ιѕѕαвεïз
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