Debido a que mi panorama comienza con un valle totalmente desolado, de un lado sólo veo pastizales esperando pacientes que termine de pasar el invierno para poder volverse verdes, para poder dar frutos, para servir de algo a mi vista. Comienzo a pensar que debo escribir, esto me relaja es como ejercitar la mente. Por una parte quisera dormir y no pensar en el karma... que es lo único que me da vueltas en la cabeza. Pero me decido a escribir historias ficticias, sacar un poco de lo que imagino mientras vivo.
Mi primer historia...
Yo soy Águeda, no se cómo llegué a este lugar...
No se cuantas noches como esta he vivido, es luna nueva y no lo sabía, salí del trabajo, tomé el auto y comencé a manejar sobre mi misma ruta, la misma calle, la misma luz... mis pensamientos se reflejaban en el medallón del auto, se disipaban, el aire casi parecido al viento que se siente en la naturaleza y que salía de los orificios del auto, frio... muy frio, el calor de mi frente se iba disipando.... mi cabeza estaba a punto de estallar de tantas ideas fatales... sus besos recorriendo el cuerpo de otra mujer, sus cálidas manos por todo su cuerpo, su mirada fija mientras hacen juntos el amor... noches inolvidables... y una lágrima salía de mis ojos.
En tan inesperadas ocasiones espero que mi celular reciba una llamada, eran mis amigas querían ir a festejar que el año estaba por terminar, no lo pensé dos veces, la luna que no aparecía en el cielo aún, no me acompañaba... puse las direccionales y cambié la ruta. Sentir la velocidad, ver las luces de la gran ciudad y la música moderna a todo volumen al compás del aire totalmente frío disipaban esas ideas crueles que me torturaban... y ahora era yo y la carretera.
No tarde mucho en llegar al punto de reunión con mis amigas, las copas de whiskey se iban agotando al paso del tiempo, ya no recordaba nada... ni siquiera por que el rimel se había corrido un poco al rededor de mis ojos.... Miradas, miradas por todos lados, la música movia cada parte de mi cuerpo, más whiskey, un cigarro... y un par de ojos sobre mí, una mano ofreciendome fuego... una sonrisa donde se reflejaba mi tristeza... unos dientes perfectos donde se iba perdiendo a tragos aquel dolor.
No supe nunca su nombre, no queria saberlo... pero entre sus pasos de bailador forzado, y entre aquellos grados máximos de alcohol, era otra... poco a poco y con el paso del tiempo nos fuimos adentrando, sin palabras razonables, chistes tontos... pasos de baile inventados, musica que no reconocia... y al ritmo de las horas sus labios buscaban los mios, mis labios se posaban sobre los suyos, me sentia en el aire, pisoteaba cada dolor... borraba todas mis lágrimas, pero nunca pudo llevarse los recuerdos... hoy lo veo y se que no siento, sólo se que lo intento.
IsSa'S Mind
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