Quizá llegó a mi como un juego, pero me gustó y me hizo creer, y soñar en las que que soñé y de repente mis palabras sintieron frio, miedo de ser escuchadas, y mis manos tuvieron miedo de ser tomadas.
Mil lágrimas le derramé, y miedo de acudir a santos yo sentí. Pero me cansé. Me cansé de amar y desconfiar, de sentir celos, de odiar y de respirar. Fue en el momento que mas ganas me dieron de huir, salir corriendo con la misma ropa, sin nada, no iba a necesitar nada, absolutamente nada para calmar a mi corazón. Corrí, pero este sentimiento cruel me detuvo, me dijo que si te dejaba quedaría totalmente sola, me dijo que fuera paciente, que esperara... y le hice caso, y por enésima vez perdía, por que estaba dispuesta a entregarte el corazón, pero llegue tarde y fue más fácil que tomaras tu más fría lanza y la clavaras, en el centro de mi razón, en el centro de mi corazón, y caí herida y aún sin aliento y dar el último soplo, alcé la mirada y toque tus pies, y morí feliz.
Usaste la peor excusa para deshacerte de mi. No tenías por que, no debiste hacerlo, no hoy, no con él.
Usaste la peor manera para decepcionarme, pero yo no pierdo tanto... tú... quien sabe.
Me has decepcionado miles de veces, pero ¿qué hay de la frase, "la tercera es la vencida"?.
TODO TIENE UN LÍMITE
Isabel
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